Actualidad: Resulta de un proceso de selección, el cual es un sistema de captura, tratamiento, difusión y conservación. La actualidad posee, en general, dos grandes rasgos: artefactualidad y actuvirtualidad. La primera significa que la actualidad no está dada, sino que está activamente producida a través de diversos dispositivos ficticios y artificiales. Esto hace que la actualidad nos llegue a través de una hechura ficcional. Pero no sólo hay que tener en cuenta esta síntesis artificial, dado que se encuentra otro aspecto importante, el de actuvirtualidad. Ésta se imprime sobre la estructura de un acontecimiento producido, afectando de esta manera el tiempo y el espacio de la imagen. Ésta es virtual, el espacio es virtual y, por lo tanto, el acontecimiento es virtual.Presente público: Derrida distingue entre varios tipos de presente. Uno de ellos es el presente público, que es el de la actualidad, lo que se presenta en el día presente, lo que sucede actualmente, y a diferencia de un presente privado, nos concierne a todos porque sucede en un espacio público, refiere a la cosa pública. Es de este presente del que se ocupan los medios.
Excepción cultural: Se refiere a la protección de la cultura propia de cada sociedad de la hegemonía industrial de cierto cine y cierta producción cultural dominante, que homogeneiza y hace mediocre dicha producción (homohegemonía). Esto se llevaría a cabo mediante una ley para que el Estado sea capaz de frenar o regular cierto tipo de violencia particular o privada.
Acontecimiento: un acontecimiento no implica únicamente el hecho de que algo ocurra, sino que por el contrario entraña una serie de características específicas que permiten comprender su estructura. Todo acontecimiento se basa en su singularidad, su poder de diferenciamiento respecto de otros acontecimientos, en su carácter inesperado (es decir que no puede ni debe preverse su llegada, conocerse de antemano su contenido), en su capacidad de repetición a través del tiempo bajo formas totalmente nuevas, en su contribución al desarrollo de una memoria (herencia) capaz de despertar un espíritu activo de selección y conformación personal (somos lo que heredamos).
Derecho de mirada: el derecho de mirada es la facultad que debería tener cualquier ciudadano (ya sea periodista, artista, intelectual, escritor, científico, etc.) que se expresa en un medio, por ejemplo, para dar una entrevista. Tal derecho le permite observar el proceso y las condiciones en las que se lleva a cabo la producción informativa.
Teletecnología: Conjunto de tecnologías que utiliza la televisión para elabora sus productos. Por ejemplo, la videocámara, a la cual Derrida compara con una prótesis óptica. Dichas tecnologías determinan los tiempos televisivos y generan una hechura ficcional, una realidad virtual por el recorte que hacen de ella y el encuadre y el ritmo que le imponen.
Directo: introduce efectivamente una novedad estructural considerable en el espacio, pero no es un directo absoluto sino únicamente un efecto una alegación de “directo”, es decir que lo que se transmite en directo por un canal de televisión se produce antes de ser transmitido, la “imagen no es una reproducción” fiel e integra de lo que presuntamente reproduce.
Diferancia: (ferancia) una relación con lo que es otro, con lo que difiere en el sentido de la alteridad, por lo tanto con la alteridad, la singularidad del otro. La diferancia remite a lo que viene, lo que llega de manera a la vez inapropiable, inopinada, y por lo tanto urgente, imprevisible: la precipitación misma. El pensamiento de la diferancia es entonces el pensamiento de la urgencia de lo que no puedo ni aludir ni apropiarme, porque es otro. No habría diferancia sin la urgencia, la inminencia, la precipitación, lo ineluctable, la llegada imprevisible del otro en quien recaen la referencia y la deferencia.
Herencia: No es en esencia recibir algo. Es una afirmación activa, responde a una conminación pero supone también la iniciativa, la firma o la refrendación de una selección crítica. Cuando se hereda se clasifica, se criba, se valora, se reactiva, supone que todo emplazamiento de herencia alberga una contradicción y un secreto. Si heredar es reafirmar una conminación, no sólo un haber un emplazamiento a descifrar, no somos más que lo que heredamos. Nuestro ser es herencia, como la lengua que hablamos es herencia, y heredamos el lenguaje que nos sirve para atestiguar el hecho de que somos lo que heredamos, círculo paradójico en el cual hay que luchar y resolver a través de decisiones que heredan e inventan a la vez, necesariamente sin norma asegurada, sin programa, sus propias normas.
Ritmo: es la velocidad con la que es posible analizar a posteriori si se tienen en cuenta nuevas causalidades que hasta hace no mucho escapaban a los expertos.
Dos memorias: Es un doble retorno que alienta una tendencia irreprimible a la confusión, lo análogo y lo idéntico: “es exactamente la misma cosa que se repite, exactamente la misma cosa”. Cierta diferencia en la repetición hace que lo que vuelve sea no obstante un acontecimiento completamente distinto.
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